Ya noto su presencia,

lentamente se acerca

con su larga capa negra.

Se inclina sobre mí

y en la lucha

pierdo las pocas fuerzas

que guardé en la espera

de su inevitable visita

a mi lecho.

Pesa tanto la derrota

sobre mis párpados

que la noche

se convierte en ceguera,

la vida en sueño

y el despertar en descanso

para este cuerpo

que, ya sin fuerzas,

no responde ni a drogas

ni a dueños.

Vagabundo soy

en tierras de nadie,

sin maletas ni rumbo,

con billete a ninguna parte.

cuki26

Que nadie se asuste… tan solo tengo sueño.